Pinturas de H. C. Reis
Hay mensajes escondidos como en todas mis obras. Las composiciones son complejas pero tienen elementos que ayudan a una investigación del espectador.
Mi preocupación es el comportamiento humano por eso las formas y colores siempre conducen al mundo psicológico y de la conducta del homo sapiens.
En estas obras quiero expresar una observación continua de la realidad y de la imaginación. En todos los cuadros aparecen formas y colores que significan algo y forman relatos que cada espectador sentirá a su manera.
La idea de las obras es expresar pictóricamente el inconsciente, las ideas, recuerdos, pensamientos, emociones, sentimientos, deseos que pululan en la mente humana.
Ver los detalles y el contexto; es un fluir permanente buscando y hurgueteando figuras, formas y colores. Yo denomino a mi manera pictórica Morfologismo surrealista con automatismo psicológico.
En los cuadros hay enigmas que cada espectador dilucidará a su manera. Una pista que ayuda a descifrarlos es que, mediante armonías cromáticas en los distintos conjuntos de criaturas, expreso ideas y cada armonía cromática podría constituir un relato…
Hay formas múltiples que subsumen a otras o que las expulsan en un devenir continuo. Mi intención es que el espectador no sólo tenga una experiencia de contemplación estética sino también que se meta dentro de la obra para realizar una búsqueda, hurgar y descubrir enigmas en forma de representaciones, pensamientos, emociones, ideas…
Es una tarea detectivesca y de descifrar los enigmas además de disfrute estético para el espectador que lo sienta.
También los cuadros tienen connotaciones filosóficas pues las representaciones plásticas son imágenes de pensamientos que se expanden como línea de fuga de variación continua no en forma binaria, los múltiples son como rizomas y no como árboles.
Con un color intenso y uso de complementarios para intensificar las emociones, pensamientos, sentimientos, deseos y ficciones intento llevar al espectador a un mayor goce del cuadro.
Es importante el manejo del color luminoso y vibrante para hurgar dentro de la obra. Precisamente ésta es mi intención: que el espectador se involucre y penetre dentro del cuadro buscando, hurgando formas y colores y que esta investigación detectivesca lo transforme en sujeto activo y no en mero contemplador estético.
El placer de descubrir formas y colores relacionándolos con emociones, sentimientos, pensamientos, ficciones lleva a la obra de arte a otro nivel además del estético. Cada observador verá formas distintas de acuerdo a sus experiencias. Verá objetos de la realidad o ficcionales y este ejercicio de pensar y razonar le permitirá disfrutar junto a las sensaciones del color un placer adicional al estético. Mi axioma es: yo no pinto lo que veo sino que veo lo que pinto…