El celo del hombre es como una metralleta,
dientes, babas, risas, gritos.
Está celoso, está rabioso.El celo de la mujer es como una brasa incandescente,
ojos rojos, rojos labios.
Un minuto y el silencio.El burro que rebuzna,
el carnero que bala,
el león que ruge,
y el lobo que aúlla.Todos con vendas en los ojos,
sordos de ambos oídos,
torpes de pies, manos, cabeza,
estúpidos hasta la médula.Atados frente al precipicio de la ira,
atascados por sus propias mentiras.Los celos son un cepo venenoso,
una locura que dura,
son la cordura perdida.Soluciones vemos pocas,
Poema dadá naïf El celoso y la celosa, creado por Cristina Alejos
maldiciones llegan juntas.
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